La guerra de Siria dura ya 3 años, y recientemente hemos conocido un dato escalofriante, que da mucho que pensar. Un millón de niños se han visto obligados a huir de su país y convertirse en refugiados. Y no debemos pensar en esta cifra como un simple dato estadístico de los muchos que oímos normalmente, hay que pensar en un millom de niños separados de sus familias o apartados de la tierra donde nacieron. Hay que pensar en un millón de vidas destrozadas, y un millón se situaciones que no somos capaces ni siquiera de imaginar.
Este dato debería hacernos pensar, y deberíamos darnos cuenta de que la comunidad internacional no ha cumplido con los objetivos propuestos y que esta situación es insostenible. A pesar de que muchas ONGs trabajen para acabar con la situación vital de estos niños y niñas, no son capaces de alcanzar los objetivos que se proponen, muchas veces por falta de fondos o de apoyo de los gobiernos.
Además, la mitad de todos los refugiados sirios son niños y niñas, y la mayor parte de estos niños son menores de 11 años. Estos niños sufren terribles traumas, depresiones y trastornos mentales debido a la situación a la que se ven avocados. Por si no fuera poco, muchas amenazas se ciernen sobre ellos, entre otras la de el matrimonio precoz, la explotación sexual y el trabajo infantil.
Fuente: http://www.acnur.es/
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