miércoles, 26 de noviembre de 2014

CEREDA; Centro de reducción de daños de Médicos del Mundo

 Celso Juste se encontraba en una situación desesperada. Estaba en el infierno de la droga, su familia estaba harta de prestarle ayuda sin ver resultados, no tenía hogar y nadie parecía ofrecerle ningún tipo de ayuda. Todo lo que formaba parte de su vida le llevaba a seguir hundido en esa situación de marginalidad y decadencia.  Ya no se siente tan fuerte como cuando era joven, ahora, le surgen muchos miedos y desea salid de la droga, pero no es capaz. No tiene nada más en el mundo y cuando tiene un bajón emocional solo le queda el recurrir a ella.

Un día, un compañero de Celso le comento que se iban a pasar por la noche unos voluntarios de Médicos del Mundo. Los voluntarios llegan al lugar donde se encontraba Celso, que se extrañó de que fueran todas mujeres. Ellas le invitaron a un café caliente y le preguntaron como estaba. Hacía mucho tiempo que Celso no sentía que nadie se interesase por el y la pregunta le conmocionó. Las chicas le invitaron a hacer una visita a CEREDA (Centro de reducción de daños) Al día siguiente, Celso decidió hacer una visita al centro, y allí se encontró a mucha gente conocida. Una de las voluntarias le explicó los servicios que ofrece el centro, entre los que se encuentran charlas, café caliente, duchas, posibilidad de afeitarse, lavadora... Le invitaron a hablar a un despacho donde le preguntaron si tenía vigente la tarjeta sanitaria y además le hicieron saber que tenía derecho a una prestación económica entre otras cosas.
Se marchó de allí muy contento y comenzó a visitar el centro con asiduidad, retomó con ayuda de MDM su tratamiento contra el VIH, ya que lo había abandonado debido a la difícil situación que padecía. Además se apuntó a una lista para esperar una PCN. Después de unos cursillos sobre VIH, hepatitis y primeros auxilios, Celso es nombrado agente de salud y por primera vez  desde hace mucho tiempo se sientió reconocido.
Tras una larga espera le conceden la PCN, y consigue una habitación en un piso compartido. Tras varios meses, sigue colaborando con MDM a pesar de que au de vez en cuando sufre alguna recaída. Celso es un ejemplo de que la inclusión social es posible, y no es un caso aislado ya que muchas personas están en situaciones de exclusión similares, y es aquí donde MDM interviene para cambiar esta situaciones.

Este es un vídeo donde una mujer que vivió en la misma situación que Celso cuenta su testimonio.



http://www.medicosdelmundo.org/vocesinclusionsocial/?tag=vigo

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