lunes, 1 de diciembre de 2014

¿Cómo se desarrolla el modelo GLI de la Fundación Probitas?


En la entrada de ayer os hablaba del proyecto GLI que había desarrollado la Fundación Probitas de manera independiente y que tenía como objetivo la implantación de laboratorios en áreas vulnerables para el diagnóstico de enfermedades, así como la formación del personal local para que continuasen con la labor que ejercían ellos. 
Para llevar todo esto a cabo era necesario poner a prueba el proyecto, ver si era factible, porque como todos sabéis, a veces la teoría es difícil de aplicar a la práctica o mismo es imposible. Para eso, se puso en marcha un proyecto piloto a lo largo del 2011 en un barrio diana de la capital de Mali, concretamente en el barrio de Telephone sans fils (TSF). Siguiendo los pasos que se habían planeado se construyó un laboratorio en un centro de salud y, en vista de los buenos resultados que estaban obteniendo, fueron avanzando cada vez más hasta que a finales de año se logró lo que más se deseaba, que fuese dirigido por personal sanitario local.


Tras la experiencia del proyecto de TSF, se pudieron determinar los principios y valores en los que se apoya GLI hoy en día:

  • Valor de inclusividad, sostenibilidad y de desarrollo de capacidades: En todo momento se coopera con las estructuras sanitarias existentes en la localidad para hacerlas partícipes de los progresos y que éstos puedan continuar con el proyecto haciendo posible el acceso equitativo a la asistencia sanitaria de la población. Esto se consigue reforzando los servicios de laboratorio y aportando la infraestructura necesaria para llevar a cabo los pasos de prevención, evaluación, diagnóstico y tratamiento para las enfermedades más frecuentes.
  • Valor de optimización de recursos: La cooperación permite maximizar los recursos disponibles y así, beneficiar a la comunidad.
  • Valor de efectividad y de acción integral: Se ha probado que es un proyecto que funciona si se realiza correctamente y de gran utilidad, pues no se focaliza en una enfermedad determinada, sino en varias. Además, desarrolla también aspectos sociales, ambientales, participativos y otros que influyen en la calidad de vida de las poblaciones y abre las puertas a otras entidades sin ánimo de lucro que quieran colaborar.
Gracias al proyecto piloto realizado en Bamako, capital de Mali, se pudo implantar el modelo GLI a otros lugares de interés como Ghana, Ecuador, Sierra Leona, Zambia, Malawi o Suazilandia. Algunos de los potenciales socios actuales de GLI son autoridades de las localidades donde se ha implantado el modelo, como Ministerios de Salud u hospitales del distrito, otros son ONGs, empresas públicas y privadas, institutos de Investigación Biomédica... El proyecto que se implantó supuso un antes y un después en los métodos de atención sanitaria en zonas subdesarrolladas y constató la importancia que tiene la implicación de la población local en todo el proceso para que funcione.




Fuente: http://www.fundacionprobitas.org/

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