¡Buenas tardes!
En la entrada
de hoy, como ya os adelante ayer, hablaremos de los diferentes resultados que
se han obtenido en algunos de los países donde se ha logrado implantar el
modelo protagonista de esta semana.
El primer país
del que nos toca hablar es de Ecuador.
En Ecuador se ha conseguido mucho gracias al proyecto pero todavía queda camino
por recorrer. El programa GLI-Ecuador fue llevado a cabo en cooperación con una
ONG externa a la fundación; ACNUR.
Como ya habíamos dicho en la entrada
anterior que os dejé, el modelo GLI intenta dar un enfoque integral de la
salud, por lo que se actuó primero en aquellos factores que la ponían en
riesgo.
En dicho país se requirió un salto a la fase dos del programa. Una
actuación urgente en relación al vertido de crudo en las aguas del río San
Miguel, un afluente del Putumayo que se sitúa entre Ecuador y Colombia, como
amenaza en cuanto a la disponibilidad de agua potable.
Se mejoraron,
además, las infraestructuras y las instalaciones, habilitando un mobiliario
básico, reforzando los centros de salud, mejorando la red eléctrica... Se
instalaron 13 equipos de laboratorio, se realizaron actividades de salud
comunitaria y se formó a cuatro personas
a través de la tecnología hand on,
que tinene tres fases:
- Pre-analítica: Consiste en la realización de prácticas de laboratorio y el conseguir destrezas en la manipulación de muestras.
- Analítica: Se explican y realizan procedimientos analíticos básicos y de gestión de laboratorio.
- Post-analítica: Se interpretan los resultados y se gestionan los residuos biológicos.
En Sierra Leona, en concreto en
Lunsar, las condiciones existentes
al inicio del proyecto eran notablemente peores. Los cambios fueron mucho más
grandes: hubo que crear un espacio nuevo acondicionado para el laboratorio, ya
existente, con diferentes áreas. También hizo un
estudio para mejorar la distribución del agua, para reforzar el sistema
fotovoltaico existente para proporcionar energía al hospital y llevaron 12 equipos
de laboratorio. En cuanto a la formación del personal local, se requirió una
capacitación en técnicas diagnósticas para manejar a pacientes sometidos a
cirugía general, obstetricia y ginecológica y también pediátrica, así como la formación en
patologías infecciosas y enfermedades crónicas que más afectan a la población.
Todo esto se fue llevado a cabo únicamente por la Fundación Probitas, a
diferencia del proyecto llevado a cabo
en Ecuador.
La Dra. Marta Segú, Directora General de la Fundación Probitas describe la
experiencia así: " En la
implementación GLI-Lunsar hemos podido constatar las dificultades que muchas
veces entraña el unir la ecología con la eficiencia. La implementación de un
programa de cooperación bajo un enfoque ecológico requiere una mirada de largo
alcance. No podemos centrarnos en actitudes cortoplacistas ni en falsos mitos o
creencias. Hemos se der innovadores e inquietos, ir a buscar otros ejemplos,
aprender de otros proyectos que ya funcionan y, sobre todo, tener una mirada
abierta al mundo y a las generaciones futuras. Sólo las entidades que apuesten
decididamente por la energías renovables serán capaces de conseguirlo, pues el
camino es largo, la información no está siempre disponible y la tenacidad es
clave.
Fuente: http://www.fundacionprobitas.org/
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